He querido con este artículo concentrarme en el análisis de dos definiciones de marketing que creo vienen muy a cuento con lo que sucede en la época tecnológica actual. Haré un recorrido por cada una de ellas, intentando conservar la esencia del concepto pero sin obviar los cambios que ha sufrido a lo largo del tiempo. Vamos a ello.
1) «El marketing es la acción de enseñar algo a alguien».
Michael Miller en The Ultimate Web Marketing Guide.
Partamos del concepto “enseñar. Según su etimología esta palabra proviene del latín insignare que significa “señalar” hacia. Es decir, una de las funciones principales del marketing es orientar al cliente, mostrarle el camino que debe seguir, indicarle una acción a realizar. Entonces, hacer marketing es ejercer una importante influencia en las decisiones que alguien tomaría con respecto a un producto o servicio.
Muchas personas creen que el marketing es solo una cuestión de vender y comprar. Nunca esta definición simplista ha estado más lejos de la realidad. Con la explosión de las redes sociales, el marketing se ha convertido en un proceso mucho más complejo. Su poder se ejerce desde el instante en que un potencial cliente tiene el primer contacto con la marca. Y una marca en la actualidad es sinónimo de persona. Nunca las empresas, los empresarios y emprendedores habían tenido que tornarse más humanas que ahora.
Volviendo a la palabra enseñar, entonces el marketing es el mapa pensado para guiar al cliente en su viaje a enamorarse de un producto, a establecer vínculos fuertes con la marca. Si esta condición no se cumple, la empresa o el emprendedor está destinado al fracaso.
El cliente de hoy reclama intimidad, cercanía y dinamismo en la interacción, sobretodo porque puede opinar en todas las plataformas desde donde se le ofrece el producto o servicio. La interactividad es un factor clave del marketing digital. De allí que esta definición cobre el mayor sentido en esta interesante era tecnológica.
¿Cómo lograr que ese viaje que se inició con un clic termine con la compra, ahora sí, de eso que se está vendiendo? La respuesta a esta pregunta nos lleva a la siguiente definición.
2) «… combinación de arte, ciencia, causa, efecto, magia y lógica».
Keith Weed, Director de Marketing y Comunicación de Unilever.
Yo diría que es una definición que viene muy a colación con el marketing actual. La venta directa, sin embarcarse en el viaje, jamás estuvo tan destinada al fracaso. El público de hoy exige “romance”, es decir, ser seducido, convencido, enamorado y finalmente inducido a comprar, de una forma sutil, fresca y cercana. Esto solo puede lograrse con tácticas y estrategias, por eso el marketing se define como un arte. Y es allí donde se experimenta la magia, porque ningún arte puede carecer de ella. La magia es la integración de todos los ingredientes mencionado que traen como resultado la conexión marca-empresa-cliente.
Además, esta exigencia amorosa requiere de parte de las empresas un estudio profundo del mercado y de su nicho, como nunca antes. Experimentar, ensayar, evaluar, planificar y diseñar toda una ruta para tener éxito en las ventas y es allí donde el marketing se convierte en ciencia. La ciencia de guiar, acompañar, interactuar y seducir con lógica al cliente con el fin de que no solo compre, sino que sea fiel.
Y, por último, el marketing es un efecto que involucra la emocionalidad, que deja huella y permite que el cliente se instale en una relación afectiva con el producto o servicio. ¿Es sencillo hacer marketing hoy? Creo que no, pero es más desafiante y cargado de aventura que en el pasado.
¿Te ha gustado este paseo por la definición de marketing? Pues no dudes en adentrarte en este mundo fascinante.